INICIO > NUESTRO SERVICIO > MENÚS TERAPÉUTICOS POR DIETAS: BAJO CONTENIDO DE GRASAS (HIPOLIPÍDICO)
Estas pautas alimentarias están indicadas para pacientes con riesgo cardiovascular o que presentan hepatopatías, malabsorción de grasas sin tratamiento farmacológico, pancreatitis o colestasis. También se conoce como dieta cardiosaludable, dieta cardioprotectora, dieta dislipémica, dieta baja en grasas, dieta sin grasas, dieta de protección hepática, dieta de protección biliar, dieta hepatobiliar, dieta para pancreatitis, dieta hipolipídica, dieta para insuficiencia.
La grasa es un nutriente que forma parte de nuestra dieta. Nuestro organismo necesita la grasa para obtener parte de la energía diaria y como fuente de calor. Además, es importante mantener unos buenos niveles de colesterol y triglicéridos. Pero no todas las grasas que obtenemos a través de la dieta son iguales.
Existen los ácidos grasos saturados o coloquialmente denominados grasas saturadas. Desde el punto de vista estructural, los ácidos grasos saturados carecen de dobles enlaces entre los átomos de carbono individuales. Estas grasas son frecuentemente sólidas a temperatura ambiente. Los encontramos en alimentos como la mantequilla, el aceite de palma y de coco, el queso y la carne (roja). Los embutidos tienen grandes cantidades de grasas saturadas.
Por otro lado, están los ácidos grasos insaturados o grasas insaturadas en las que existe al menos un doble enlace a la cadena de ácidos grasos.
Estos ácidos grasos insaturados se dividen en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva que tiene un único doble enlace) o ácidos grasos poliinsaturados (aceites vegetales como girasol, maíz y soja, así como en las nueces y otros frutos secos, el pez azul, etc.) tienen más de un enlace doble a la cadena. Las grasas insaturadas son líquidas a temperatura ambiente.
Entre los ácidos grasos insaturados encontramos los ácidos grasos trans, también llamados grasas trans. Son un tipo de ácido graso insaturado que se encuentra en alimentos procesados, y su excesiva ingesta puede ser perjudicial para el organismo. Se encuentran principalmente en productos industrializados sometidos a hidrogenación. Es recomendable reemplazar estas grasas trans por aceites no hidrogenados de canola, oliva, cártamo, sésamo o girasol.
Las personas que siguen los menús terapéuticos con bajo contenido de grasas o también llamados hipolipídicos, se benefician doblemente si al mismo tiempo reducen la ingesta de sal en las comidas diarias. PEPETA VILARÓ ofrece esta doble pauta alimentaria, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas con cardiopatías, hepatopatías y patologías asociadas.
PEPETA VILARÓ ofrece dos tipologías de menús terapéuticos con bajo contenido de grasas:
Esta pauta alimentaria se caracteriza por un aporte máximo de grasas alimentarias del 20% del total de calorías. En caso de que se prolongue su prescripción, puede ser deficitaria en vitaminas liposolubles, por eso es necesario un seguimiento médico continuado.
Los objetivos de esta dieta es disminuir el aporte de grasas en situaciones de malabsorción de grasas o evitar la estimulación de las secreciones pancreáticas o biliares destinadas a la digestión de las grasas.
También se conoce como dieta con control de grasas, dieta sin grasas, dieta de protección hepática, dieta de protección biliar, dieta hepatobiliar, dieta para pancreatitis, dieta hipolipídica, dieta por insuficiencia hepática.
Esta pauta alimentaria se caracteriza por un aporte mínimo de ácidos grasos saturados, colesterol y ácidos grasos trans, que aporta un máximo del 30% del total de calorías de la dieta en forma de grasas, principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Esta dieta no debe comportar ninguna carencia nutritiva.
Los objetivos de esta dieta son mejorar o mantener un buen perfil lipídico del paciente.
También se conoce como dieta cardiosaludable, dieta cardioprotectora y dieta dislipémica.
Para mejorar la salud cardiovascular y hepática desde un punto de vista dietético se recomienda consumir más verduras, frutas y cereales integrales, disminuyendo o eliminando la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y trans, y también de sodio.
Las frutas y verduras, como buenas fuentes de vitaminas y minerales, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y hepáticas, y al ser ricas en fibra dietética son una buena alternativa a los alimentos más calóricos.
Por otro lado, también es importante aumentar la ingesta de cereales integrales por contener fibra y otros nutrientes que ayudan a regular la presión arterial y la salud del corazón.
Si está interesado en los menús terapéuticos con bajo contenido de grasas a domicilio de PEPETA VILARÓ, contacta con nosotros para obtener más información.
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